lunes, 26 de junio de 2017

BUSCANDO A SHAKESPEARE



Amanece otro bonito día en el corazón de las Midlands donde nos encontramos, rodeados de verdor y tranquilidad en este enclave que hemos tenido la suerte de encontrar a no mucha distancia de los lugares que nos proponemos visitar.


Nuestro primer destino será la cercana población de Stratford-upon-Avon, el lugar donde nació el poeta y dramaturgo William Shakespeare un día de abril de 1564.
Todo aquí gira en torno al insigne literato, lo cual no es de extrañar dada la magnitud del personaje.
Nada más resolver la cuestión del aparcamiento, nos echamos a la calle en busca de todo lo destacable que alberga esta ciudad.


Recorremos sus calles llenas de vitalidad en este soleado lunes de junio hasta que llegamos a la zona del río Avon, en cuya orilla se encuentra el  teatro, el Royal Shakespeare Theatre, en cuya explanada de entrada un numeroso grupo de jóvenes está escenificando una representación.
No podemos verlo por dentro porque, al parecer, están con un ensayo. 
Así que nos dirigimos a la casa donde nació nuestro hombre, recorriendo la animada calle Henley.


Modesta pero más que apropiada para la época.


El siguiente objetivo es la Shakespeare's New Place, una especie de recreación de la casa en la que vivió hasta su muerte en 1616 el día que se supone que cumplía 52 años (no está clara la fecha exacta de su nacimiento).
La edificación original fue demolida en 1759. Con lo que puede observarse hoy, da la sensación de que se había elevado el nivel, con unas estancias más amplias.


Alrededor hay unos bellos jardines con interesantes esculturas. Aprovechamos para visitar también una pequeña chapel que está al lado.
La última etapa de este tour por las casas familiares de los Shakespeare, las tres incluidas en las 35 libras que hemos pagado, nos lleva a la llamada Hall's Croft, en la calle Old Town.


Esta es la casa de su hija Susanna. Y aquí ya sí que el nivel sube considerablemente gracias a la boda con el doctor John Hall, afamado físico (médico) de la época.
El recorrido culmina en la cercana Holy Trinity Church o Shakespeare's Church, una pequeña pero interesante iglesia cuya visita ya no está incluida en el precio antes citado.


Así que debemos pagar de nuevo para verla bien y observar de cerca las tumbas de la familia Shakespeare que se encuentran al pie del altar.
Aquí reposan los restos del insigne; de su mujer, Anne Hathaway (sí, como la actriz de las dos entregas de "Princesa por sorpresa" y "La joven Jane Austen", entre otras); los de su hija y de su yerno; y alguna más.
Regresamos al centro de la ciudad atravesando un parque que discurre en paralelo al río Avon. Tanto el parque como el río rebosan de vida: uno porque la gente está aprovechando el espléndido día que hace y el otro viendo cómo discurren por sus aguas unos pequeños barcos de recreo, alguna que otra barca de remos y un sinfín de patos y cisnes en busca de algo que les eche la gente.


En un momento dado, nos llama la atención una placa al borde del camino, junto a un árbol, en homenaje y recuerdo a Vivien Leigh, la actriz que, entre otras muchas, protagonizó películas como "Lo que el viento se llevó", con Clark Gable, o "Un tranvía llamado deseo", con Marlon Brando.


Mientras completamos otro recorrido callejero en dirección al parking, decidimos tomarnos un respiro antes de abandonar esta interesante ciudad.


Nuestra intención era acercarnos directamente a Birmingham pero vemos que está de camino Warwick, población con un importante castillo, y decidimos parar.
A la entrada aparece bajada una barrera y un cartel que informa de que nos cobrarán 6 libras por aparcar en el recinto. Seguimos adelante, aparcamos y completamos andando el camino hasta la entrada, donde otro cartel nos informa que hemos de pagar otras 27 libras ¡cada uno! si queremos pasar a verlo. Es decir, en total 60 libras, unos 72 euros. ¿Ya está bien no? Pero ya podían anunciar los precios antes de pasar la barrera.


Media vuelta y nos conformamos con ver una torre por un resquicio .
Continuamos, pues, hacia Birmingham, a donde llegamos después de comernos un buen atasco en la autopista.
Y hablando de comer nos vamos derechos a un restaurante español que hemos localizado: Tapas Revolution, se llama, y cenamos opíparamente a base de eso, de tapas. Hay que ver cómo echamos de menos nuestras comidas.
Aunque todavía no es tarde, hoy nos notamos cansados. Así que nos hacemos un tour panorámico por la ciudad con el coche. Entre lo que hemos leído y lo que hemos visto, sacamos la conclusión de que se trata de una gran ciudad, moderna y ajetreada, pero monumentalmente no demasiado interesante.
Hasta mañana.

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