martes, 27 de junio de 2017

ENTRE WORCESTER Y GLOUCESTER

Toca hoy una primera incursión en dirección sur por la zona conocida como los Cotswolds, unos montes formados por una serie de colinas que se encuentran en un área delimitada por Stratford-upon-Avon al norte (por donde nos encontramos) y Bath por el sur.


Pero primero vamos a desayunar. En contra de nuestras costumbres se está convirtiendo en una de las principales comidas del día. Porque es que a mediodía aquí no hay quien coma en condiciones. Así que nos resignamos y nos adaptamos al medio.
Nos centraremos en dos de las principales ciudades situadas al oeste de Inglaterra: Worcester y Gloucester, afamadas por sus catedrales.
Decidimos ir primero a la que nos queda más lejos.
Gloucester es una pequeña ciudad de poco más de 100.000 habitantes a orillas del río Severn, cuyo principal atractivo es la catedral.


Construida inicialmente en el año 681 como abadía de San Pedro, forma hoy una impresionante catedral donde fue enterrado el rey Eduardo II y una gran cantidad de nobles y altos dignatarios de la Iglesia.


En ella se han rodado diversas escenas de las películas de Harry Potter. No podemos fotografiarla por fuera porque están en obras...
Callejeamos como es nuestra costumbre y llegamos a la iglesia de san Nicolás, de origen normando, mucho más modesta pero también cien años más antigua que la catedral. 
 Es imposible abarcar la enorme cantidad de iglesias que proliferan en esta ciudad, hasta el punto de que un antiguo proverbio decía: "Tan seguro como que Dios está en Gloucester".
Así que vemos un pasadizo que nos atrae y desembocamos en esta especie de corrala...


Donde casualmente...


Y nos vamos a nuestro siguiente destino: Worcester, donde podríamos haber llegado siguiendo el curso del mismo río hacia el norte.
Seguimos la misma pauta, empezando por la visita a la catedral, a la que llegamos tras un agradable paseo (hoy también hace buen día, aunque esté nublado) por la orilla del río, plagado en este caso de blanquísimos cisnes.


Impresionante la catedral de Worcester. Solo por ella merece la pena llegar hasta aquí. Es majestuosa, enorme y bellísima. La recorremos despacio, por el interior (incluida la cripta) como el exterior, el maravilloso claustro.
Aquí se encuentra la Carta Magna que en 1215, el año antes de su muerte, se vio casi obligado a promulgar el rey Juan, conocido como Juan Sin Tierra, que se apoderó del trono mientras Ricardo Corazón de León permanecía secuestrado por los austriacos a su regreso de las Cruzadas y que está enterrado aquí, junto a otros nobles altos dignatarios.


El primer asentamiento de la catedral de Worcester data del año 680. La segunda construcción fue de 983 y la tercera de 1084. La actual catedral es de los siglos XII y XIII.
Después de otro paseo por las calles de la ciudad, decidimos poner fin a este pequeño periplo.

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