jueves, 29 de junio de 2017

FINAL FELIZ EN OXFORD

Este jueves 29 de junio, que será nuestro último día real de vacaciones, amanece nublado como los anteriores. Si en Gales la constante fue el sol, excepto un día, aquí en Inglaterra apenas se ha dejado ver el astro rey, aunque por lo menos no ha llovido.


Nos decidimos a completar la ruta por los Cotswolds que ayer no fue posible, pero en sentido inverso.
Así que nuestra primera parada es en Tewkesbury, donde destaca sin lugar a dudas su impresionante iglesia, una abadía normanda cuyos primeros trabajos se iniciaron en 1084, si bien no fue consagrada hasta 1121, por lo que dentro de poco celebrará los 900 años de aquel evento.


Por lo demás, tranquila población, con sus típicos edificios de estilo Tudor, etcétera.
Continuamos nuestra ruta hacia Northleach, pequeña villa de unos 2.000 habitantes en la que de nuevo destaca su iglesia, consagrada en este caso a San Pedro y San Pablo y rodeada, como en otros casos, de un antiquísimo cementerio.


La última etapa de este recorrido por los pueblos de los Cotswolds nos lleva a Bampton, otra minúscula localidad en la que nuevamente lo más destacable es su iglesia, unas cuantas casas típicas y el hecho de que fue escenario de rodaje de la serie "Downton Abbey", de gran éxito televisivo.


Damos un paseo por sus calles, como tenemos por costumbre, y nos llama la atención este lugar que presume de remontarse al siglo XII. Bonito es, desde luego.



Finalmente, pondremos la guinda a este sabroso pastel vacacional en una de las joyas de la corona británica: Oxford.


La ciudad universitaria quizá más famosa del mundo nos recibe con una algarabía inusual, con miles de jóvenes pululando por sus calles celebrando su graduación.


Nos unimos a la riada y recorremos las calles del cogollo central de la ciudad, donde se suceden un "college" tras otro, cada cual en un edificio más singular que el anterior. Como se sabe, Oxford no es una universidad con un campus único, sino que está formada por numerosos "college" que tienen su funcionamiento independiente.


Rememoramos así otra estancia nuestra en Oxford, hace ya muchos años, acompañados de nuestros hijos, en un viaje que hicimos con todos en una autocaravana. Qué tiempos.
Y el nuestro se acaba. Han sido dos semanas intensas, ajetreadas, muy variadas y en las que ha habido de todo. Desde luego, no nos hemos aburrido, ni mucho menos. Hemos disfrutado de preciosos lugares, bellísimos paisajes y un patrimonio artístico-cultural de enorme valor. La climatología nos ha sido muy favorable, pues solo hemos tenido un día malo. Y nuestro único caballo de batalla, como siempre que hemos venido por estas tierras, es la comida, única razón por la que estamos deseando volver a casa. Bueno... y por ver a los nuestros, claro.
Mañana emprenderemos vuelo desde Birmingham a Madrid. Y hasta otra.

miércoles, 28 de junio de 2017

EN RUTA POR LOS COTSWOLDS

Si en el día de ayer fueron ciudades, hoy nos adentramos en el corazón de los Cotswolds buscando esos pequeños pueblos que pueden ser de lo más bonito que hay por esta tierra media.
Con todas nuestras averiguaciones y pesquisas establecemos una ruta que incluye las localidades más interesantes de la zona, que pasa por ser el refugio rural más chic de las celebrities británicas. Nombres como la modelo Kate Moss, Stella McCartney o la actriz de "Titanic" Kate Winslet aparecen vinculados a los Cotswolds; al sur, en Chipping Sodbury, nació J. K. Rowling, la autora de los libros de Harry Potter.
Empezamos por Chipping Campden, pequeño pueblo cercano a nuestro alojamiento.


Nada más llegar, nos sorprende la personalidad que tienen sus edificaciones, todas construidas con piedra caliza que les dan un característico tono dorado. Nada que ver con todo lo visto hasta ahora.


Pasa por ser una de las localidades más bonitas de la campiña inglesa y en ella destaca su iglesia de St. James, al parecer la mejor de los Cotswolds.
Turno a continuación para Moreton-in-Marsh, que se diría calcada de la anterior, en este caso coincidiendo su calle principal, llena de interesantes tiendas, pubs, hoteles, etc., con la carretera.


Seguimos nuestra ruta hasta el cercano pueblo de Stow-in-the-Wold, de corte similar a los demás. 


Son todos estos pueblos conocidos en la antigüedad por sus mercados, de lanas y ganado ovino. En la actualidad son lugares turísticos repletos de tiendas, pero tienen un toque como de pueblos de cuento.


Aquí tuvo lugar en 1646 la última batalla de la primera guerra civil inglesa entre los realistas de Carlos I y las fuerzas parlamentarias encabezadas por Oliver Cronwell.
La victoria de los parlamentarios no fue decisiva y se producirían otras dos guerras civiles más, pero Carlos I acabaría perdiendo la cabeza (literalmente) en 1649.


El siguiente pueblo de nuestro itinerario es Bourton-on-the-Water, donde se repite todo lo anterior, añadiéndole un riachuelo de muy escasa profundidad que discurre entre el césped y que le da al lugar un toque relajante.


Nuestra intención a estas alturas era continuar el itinerario que nos habíamos marcado, pero nos percatamos de la cercanía de Oxford y no podemos resistirnos.
Cambio de planes sobre la marcha y enfilamos hacia la quizá más famosa ciudad universitaria del mundo.
Pero por el camino nos topamos con el desvío que conduce a Bibury, para algunos el pueblo más bonito de Inglaterra, y volvemos a cambiar de idea.


Aparcamos al borde de la carretera, que discurre en paralelo al río Coln, también poco profundo y con unos cuantos cisnes y patos nadando por sus aguas.
Lo más destacado de este pequeño pueblo es Arlington Row, una fila de cabañas de tejedores construidas en piedra en el siglo XIV.


Destacable también su iglesia, rodeada del habitual cementerio.
Hasta aquí lo bueno del cambio de idea.
Lo que sigue es un cúmulo de despropósitos impropio de un país supuestamente avanzado como este.
Cuando reemprendemos camino nos topamos en la carretera con carteles que parecen avisar de un corte más adelante, pero pensamos que afectará solo a un carril, algo que ya nos hemos encontrado en más de una ocasión por obras.
Pues no. De repente hay unos conos y un coche atravesado que impiden el paso en los dos sentidos. Ni una indicación de desvío, ni ninguna señalización de ruta alternativa... Media vuelta y búscate la vida.
Pensamos que los avances tecnológicos nos sacarán del atolladero, indicándonos esa ruta, y hacemos caso de esa voz tan particular que nos va a redirigir. Pues tampoco. Nos conduce (a nosotros y a otro montón de coches que ya nos acompañan) a otro punto con más conos, otro vehículo atravesado y un obrero al que preguntamos pero tampoco nos aclara gran cosa.
(Si esto pasa en España, nos sacan en el Times.)
Y a todo esto no solo andamos perdidos por estos andurriales, sino que hemos perdido también la conexión del GPS. Así que nos queda solo nuestro sentido de la orientación, que es el que al final nos saca del bucle y nos devuelve a la "civilización".
Pero el caso es que ya se ha hecho algo tarde y decidimos que Oxford se quede para mañana.
Tenemos tiempo para culminar esta ruta acercándonos hasta Cirencester, que sería como la capital de los Cotswolds.


Lo más destacable es su iglesia de San Juan Bautista, que data originalmente del siglo XII, sucesivamente ampliada en siglos posteriores.
Y por hoy ya es suficiente, aunque nos quedan algunas localidades más que habíamos incluído en la ruta inicial. A ver mañana cómo se nos da el día. Hoy ha estado nublado, un ligero chirimiri al salir, pero luego ha aguantado sin llover todo el día y con una temperatura agradable .

martes, 27 de junio de 2017

ENTRE WORCESTER Y GLOUCESTER

Toca hoy una primera incursión en dirección sur por la zona conocida como los Cotswolds, unos montes formados por una serie de colinas que se encuentran en un área delimitada por Stratford-upon-Avon al norte (por donde nos encontramos) y Bath por el sur.


Pero primero vamos a desayunar. En contra de nuestras costumbres se está convirtiendo en una de las principales comidas del día. Porque es que a mediodía aquí no hay quien coma en condiciones. Así que nos resignamos y nos adaptamos al medio.
Nos centraremos en dos de las principales ciudades situadas al oeste de Inglaterra: Worcester y Gloucester, afamadas por sus catedrales.
Decidimos ir primero a la que nos queda más lejos.
Gloucester es una pequeña ciudad de poco más de 100.000 habitantes a orillas del río Severn, cuyo principal atractivo es la catedral.


Construida inicialmente en el año 681 como abadía de San Pedro, forma hoy una impresionante catedral donde fue enterrado el rey Eduardo II y una gran cantidad de nobles y altos dignatarios de la Iglesia.


En ella se han rodado diversas escenas de las películas de Harry Potter. No podemos fotografiarla por fuera porque están en obras...
Callejeamos como es nuestra costumbre y llegamos a la iglesia de san Nicolás, de origen normando, mucho más modesta pero también cien años más antigua que la catedral. 
 Es imposible abarcar la enorme cantidad de iglesias que proliferan en esta ciudad, hasta el punto de que un antiguo proverbio decía: "Tan seguro como que Dios está en Gloucester".
Así que vemos un pasadizo que nos atrae y desembocamos en esta especie de corrala...


Donde casualmente...


Y nos vamos a nuestro siguiente destino: Worcester, donde podríamos haber llegado siguiendo el curso del mismo río hacia el norte.
Seguimos la misma pauta, empezando por la visita a la catedral, a la que llegamos tras un agradable paseo (hoy también hace buen día, aunque esté nublado) por la orilla del río, plagado en este caso de blanquísimos cisnes.


Impresionante la catedral de Worcester. Solo por ella merece la pena llegar hasta aquí. Es majestuosa, enorme y bellísima. La recorremos despacio, por el interior (incluida la cripta) como el exterior, el maravilloso claustro.
Aquí se encuentra la Carta Magna que en 1215, el año antes de su muerte, se vio casi obligado a promulgar el rey Juan, conocido como Juan Sin Tierra, que se apoderó del trono mientras Ricardo Corazón de León permanecía secuestrado por los austriacos a su regreso de las Cruzadas y que está enterrado aquí, junto a otros nobles altos dignatarios.


El primer asentamiento de la catedral de Worcester data del año 680. La segunda construcción fue de 983 y la tercera de 1084. La actual catedral es de los siglos XII y XIII.
Después de otro paseo por las calles de la ciudad, decidimos poner fin a este pequeño periplo.

lunes, 26 de junio de 2017

BUSCANDO A SHAKESPEARE



Amanece otro bonito día en el corazón de las Midlands donde nos encontramos, rodeados de verdor y tranquilidad en este enclave que hemos tenido la suerte de encontrar a no mucha distancia de los lugares que nos proponemos visitar.


Nuestro primer destino será la cercana población de Stratford-upon-Avon, el lugar donde nació el poeta y dramaturgo William Shakespeare un día de abril de 1564.
Todo aquí gira en torno al insigne literato, lo cual no es de extrañar dada la magnitud del personaje.
Nada más resolver la cuestión del aparcamiento, nos echamos a la calle en busca de todo lo destacable que alberga esta ciudad.


Recorremos sus calles llenas de vitalidad en este soleado lunes de junio hasta que llegamos a la zona del río Avon, en cuya orilla se encuentra el  teatro, el Royal Shakespeare Theatre, en cuya explanada de entrada un numeroso grupo de jóvenes está escenificando una representación.
No podemos verlo por dentro porque, al parecer, están con un ensayo. 
Así que nos dirigimos a la casa donde nació nuestro hombre, recorriendo la animada calle Henley.


Modesta pero más que apropiada para la época.


El siguiente objetivo es la Shakespeare's New Place, una especie de recreación de la casa en la que vivió hasta su muerte en 1616 el día que se supone que cumplía 52 años (no está clara la fecha exacta de su nacimiento).
La edificación original fue demolida en 1759. Con lo que puede observarse hoy, da la sensación de que se había elevado el nivel, con unas estancias más amplias.


Alrededor hay unos bellos jardines con interesantes esculturas. Aprovechamos para visitar también una pequeña chapel que está al lado.
La última etapa de este tour por las casas familiares de los Shakespeare, las tres incluidas en las 35 libras que hemos pagado, nos lleva a la llamada Hall's Croft, en la calle Old Town.


Esta es la casa de su hija Susanna. Y aquí ya sí que el nivel sube considerablemente gracias a la boda con el doctor John Hall, afamado físico (médico) de la época.
El recorrido culmina en la cercana Holy Trinity Church o Shakespeare's Church, una pequeña pero interesante iglesia cuya visita ya no está incluida en el precio antes citado.


Así que debemos pagar de nuevo para verla bien y observar de cerca las tumbas de la familia Shakespeare que se encuentran al pie del altar.
Aquí reposan los restos del insigne; de su mujer, Anne Hathaway (sí, como la actriz de las dos entregas de "Princesa por sorpresa" y "La joven Jane Austen", entre otras); los de su hija y de su yerno; y alguna más.
Regresamos al centro de la ciudad atravesando un parque que discurre en paralelo al río Avon. Tanto el parque como el río rebosan de vida: uno porque la gente está aprovechando el espléndido día que hace y el otro viendo cómo discurren por sus aguas unos pequeños barcos de recreo, alguna que otra barca de remos y un sinfín de patos y cisnes en busca de algo que les eche la gente.


En un momento dado, nos llama la atención una placa al borde del camino, junto a un árbol, en homenaje y recuerdo a Vivien Leigh, la actriz que, entre otras muchas, protagonizó películas como "Lo que el viento se llevó", con Clark Gable, o "Un tranvía llamado deseo", con Marlon Brando.


Mientras completamos otro recorrido callejero en dirección al parking, decidimos tomarnos un respiro antes de abandonar esta interesante ciudad.


Nuestra intención era acercarnos directamente a Birmingham pero vemos que está de camino Warwick, población con un importante castillo, y decidimos parar.
A la entrada aparece bajada una barrera y un cartel que informa de que nos cobrarán 6 libras por aparcar en el recinto. Seguimos adelante, aparcamos y completamos andando el camino hasta la entrada, donde otro cartel nos informa que hemos de pagar otras 27 libras ¡cada uno! si queremos pasar a verlo. Es decir, en total 60 libras, unos 72 euros. ¿Ya está bien no? Pero ya podían anunciar los precios antes de pasar la barrera.


Media vuelta y nos conformamos con ver una torre por un resquicio .
Continuamos, pues, hacia Birmingham, a donde llegamos después de comernos un buen atasco en la autopista.
Y hablando de comer nos vamos derechos a un restaurante español que hemos localizado: Tapas Revolution, se llama, y cenamos opíparamente a base de eso, de tapas. Hay que ver cómo echamos de menos nuestras comidas.
Aunque todavía no es tarde, hoy nos notamos cansados. Así que nos hacemos un tour panorámico por la ciudad con el coche. Entre lo que hemos leído y lo que hemos visto, sacamos la conclusión de que se trata de una gran ciudad, moderna y ajetreada, pero monumentalmente no demasiado interesante.
Hasta mañana.

RETORNO A INGLATERRA

En este día de transición en que abandonamos Gales para retornar a Inglaterra y apurar nuestros últimos días de vacaciones, un problema técnico ha mandado a la nube (o sea, al garete) el texto que habíamos preparado. 
Así que por esta vez serán solo las fotos las que describan nuestro recorrido.


Por la campiña galesa.


Ya en Inglaterra, ante la catedral de Hereford.


En nuestro recorrido por Hereford.


Llegamos a nuestro nuevo alojamiento en las Midlands.



En la cercana localidad de Alcester.

sábado, 24 de junio de 2017

EL GALES MÁS VERDE Y LUMINOSO EN LA COSTA OESTE



Esto ya es otra cosa. Amanece este sábado 24 de junio, día de San Juan, nublado pero bastante mejor que ayer. El mar se ve más calmado y ni llueve ni hace aire.
Emprendemos, pues, nuestro anunciado recorrido por la costa oeste galesa en dirección sur. Pero nada más salir de Aberystwith nos topamos con la señal que indica a Devil's Bridge, lugar sobre el cual algo habíamos leído. No lo dudamos y enfilamos así hacia el interior, adentrándonos en la verde campiña galesa.
No tardamos en llegar a nuestro destino y tardamos poco en comprobar lo acertado de nuestra decisión. Se trata de una profunda garganta en medio de un bosque casi encantado y desde luego encantador.


Escalón tras escalón, unos más irregulares que otros, vamos descendiendo entre el rumor del agua que se despeña y todo un muestrario de árboles y plantas a nuestro alrededor.


Hasta que en lo más profundo alcanzamos a ver la primera cascada, y mientras completamos el circuito subiendo no dejamos de ver fortísimos saltos de agua.
Cruzamos un atípico puente...


Y seguimos subiendo hasta completar la visita. Fatigosa pero impresionante.
Deshacemos el camino recorrido para volver a la carretera que discurre paralela a la costa. Y aunque lo hace muy próxima a ella, incluso a veces casi al borde del mar, vamos más bien hacia el interior por parajes que podrían hacernos creer que nos hemos teletransportado a Cantabria o Asturias. 


Qué verde es Gales (¿quién dijo gris?), esas extensas lomas que bordean ambos lados de la carretera, pobladas por miles de ovejas que tienen comida más que de sobra. Espléndidos paisajes, que resplandecen aún más gracias al sol, que ha vuelto a hacer su aparición.


Nuestro primer destino costero es Aberaeron, pequeño pueblo vacacional, de ambiente marinero y, en un sábado como hoy, muy poblado.
Continuamos ruta con parada en New Quay,  Cei Newydd en galés. Otro bonito pueblo de vacaciones con espléndidas playas en el medio de la enorme bahía de Cardigan.


Como vamos viendo, son todos estos pueblos pequeños, marineros, agradables y tranquilos. Hasta los barcos reposan varados con la marea baja.
Seguimos hasta la que será nuestra meta final en este recorrido costero. Se trata de la población que da nombre a la antes citada bahía: Cardigan, que recorremos un poco con el coche y no nos parece que tenga demasiado atractivo, la verdad.
Hasta que vemos una señal que indica Cardigan Island y decidimos probar suerte antes de irnos. Acierto.


Llegamos a un paraje con unos paisajes increíbles realzados con esta mejoría climatológica tan oportuna.
Playas, acantilados, verde por doquier... Una maravilla. ¡Y estuvimos a punto de irnos sin verlo!
El sol radiante y una agradable brisa marina invitan al paseo, deteniéndose a cada paso, una foto aquí y otra más allá.
Al final, hay un hotel en situación privilegiada, con una terraza cuyas vistas quitan el hipo y no nos resistimos pero nada nada.
Avanza la tarde y conviene volver. Cuesta porque se ha quedado un día espléndido. Pero, en fin, qué le vamos a hacer... Carretera y ahora hacia el norte, otra vez ¡qué importa! atravesando una tras otra las verdes lomas de esta parte de Gales.
Menos mal que tenemos un aliciente. Y es que en cuanto lleguemos a nuestro punto de partida iremos directamente al providencial lugar que descubrimos ayer, lleno de productos españoles. Haremos lo más parecido a una cena desde hace días.


De primero, lentejas con chorizo. Y luego un surtido a base de pan con tomate, chistorra, albóndigas ...Todo ello regado con un buen tinto de Rioja y culminado con una tarta de Santiago y unas delicias de manzana. 
¿Se puede acabar mejor el día? Sí, pero no es cuestión de entrar aquí en detalles.
Nos conformaremos con echar un penúltimo vistazo a "nuestro" paseo marítimo de Aberystwith desde la habitación de este Bed & Breakfast tan apañado.


Mañana nos adentraremos del todo en el interior de Gales, y haremos "escala" en Llanwrtyd Wells antes de abandonar el país para volver a entrar en Inglaterra y aposentarnos en las cercanías de Birmingham, en lo que será nuestra base de partida para el recorrido por las Midlands.